miércoles, 23 de julio de 2014

POEMA TRISTE


Anoche soñé que te quería
con un cariño casto y sintomático
al modo melancólico de Buesa
masoquista cordial melodramático

en versos te dije todo y lo que callo
fue mi palabra dulce miel fragante
el giro en el acento un elegante
intento por entrar al paraíso

los íntimos resortes del suspiro
que llaman los que saben punto gé
equivocadamente quise sé
con solo las palabras despertar

“hija del “tuentiguán” me sé poeta
dijiste y desperté sobresaltado
quién dijera que el bien soñado fuera
látigo tan severo al trasnochado

el llanto avergonzado reprimí
tragué la gota amarga acicalé
el alba que en mi frente ya se anuncia
por premio del camino que viví

ya solo queda un vago rastro vino
que apuro sin la prisa del neófito
ignorante del punto en que la crisis
deriva en acicate en pro del trino.

martes, 22 de julio de 2014

MENESTER DE COPLERÍA
Alexander Zanches



PÓRTICO

            Hijas del matrimonio del paisaje con el alma campesina; de la angustia metafísica de quien, (al asomarse a sus propios abismos y tras industriosa labor alquímica -buen juglar- convierte su canto no en lastimero llanto ante los desprecios simbólicos de la moruna (desprecio que el poeta reconoce como elemento picaresco de la danza), sino que, templando su laúd interno, casi coplas), nos entrega estos tercetos depurados lentamente, como a fuego.

            Agreste filigrana, la queja de Amor antigua llega vestida de renovados giros líricos que, esperamos, sean valorados en su dimensión lúdica por los lectores, doctores en la ciencia del buen tasar. Queden pues, sin más defensa y apenas vestidas de palabras estas postales recogidas al camino y al amor desamorado.



Si como se me embota el pensamiento
si bebo se me nubla la razón
por eso sueño que te sueño y tiento.


Con aro madera y cuero
cututucuplácuplá
te rindo mi copla y muero.






1
Hoy quiero
masticar en soledad
mis podredumbres.

2
Un amigo me preguntó
el sustrato de mi pena
y nada le dije yo.

3
Gasto el verano en cantar
el invierno y sus tormentas.
Conjugo cigarra y grillo.

4
Palomita mensajera
¡qué terrible tu destino!
frente al frío celular.

5
En el columpio del viento
se mece la tarde y canta
conmigo y mi pena coplas.

6
Y viendo bien el asunto
porque de amores va
no tienes que amarme y punto.

7
¿Para qué morir llorando
si la negra no te quiere?
me digo por consolarme.

8
Ruge la noche en la mente
cuando tus celos tiranos
me acusan injustamente.

9
Regar semillas no suelo
en tierra estéril por seca
en honor a mis abuelos.

10
Me lo dijo Cardenal
en vano se escribe y canta
al corazón de metal.

11
¡Tuertos! Me toman por loco
sin ver que en mi pecho creces
cuando desnuda te toco.

12
Si, advertido -el corazón-
del peligro que lo acecha
osa, muéstrate razón.

13
Florecilla nomeolvides
a la orilla del camino
en mi recuerdo te meces.

14
Echo a rodar mi canto
con el viento que lo empuja
por un abrupto barranco.

15
A veces cuando el silencio
acude a lavar mis penas
me acuerdo de ti, Morena.

16
¡Ay! ¿qué morena será
la que insistente en mi canto
llega me besa y se va?

17
Duele en el hueso el silencio
que impera cuando pregunto
al viento por nuestro asunto.

18
Yo digo que no es pecado
el que seas como sueles
¡ay, pero cuánto me dueles!

19
Para alimento de gatos
molido mi corazón
hoy pienso vender barato.

20
Luego no digas que yo
por andar de rama en rama
no supe esperarte, no.

21
Tu cuerpo me importa menos
que tu cerebro, Morena.
Es por eso que te anhelo.

22
Estrategia y subterfugio
son la distancia y silencio
con que agigantas mi pena.

23
Dije lo que dije y quiero
mantenerme en mi palabra
de metafórico jilguero.

24
Mi corazón en un plato
de madera te presento
pa’que alimentes tu gato.

25
Tirana la indiferencia
de tus ojos que no ven
cuánto me duele tu ausencia.

26
Dolido no sé si el ego
o el corazón que te anhela
te escribo con sangre y fuego.

27
Al viento cuatro querellas
dirijo a mi corazón
para aliviar su tristeza.

28
Alegría retro vade
hoy quiero mi pena a solas
sacar de su pozo a balde.

29
Arranca a trotar el pecho
cuando suena el celular
soñándote al otro extremo.

30
Si hubieras siquiera visto
cómo me cambió el semblante
llamarías más seguido.

31
Ya pasada la borrasca
brilla el eco transparente
de tu voz aquí en mi mente.

32
Alegre estallo a cantar
bajo el azul esplendente
que me corona la mente.

33
Mis colpas candela viva
sonoros destellos son
de mi causa rediviva.

34
El tiempo se va volando
en alas de su argumento
entre las nubes jugando.

35
De la mano de mi Negra
voy por el mundo feliz
sin que lo sepa mi suegra.

36
Con mi saloma desgajo
un racimo de palomas
que ya vuelan loma’bajo

37
Ya recobrada la calma
me pongo a mecer un sueño
en las hamacas del alma.

38
Astilla de níspero fiero
es en mi copla la rima
contra el ego traicionero.

39
Cruda metáfora juega
en el lúbrico vaivén
a que la carne se entrega.

40
Dreno la sal del jardín
monofloral de la carne
en simbólico festín.

41
Es la sábana sabana
por que sin bridas cabalgo
negra potranca lozana.

42
Acentos de coplería:
surcan alegres la tarde.
Relámpagos de alegría.

43
Voy sediento de horizontes
andariego sin remedio
borracho de llano y monte.

44
A la izquierda mi corazón
se ubica y su sangre toda
irriga el jardín de Amor.

45
Son tus ojazos morena
metafísico atanor
do se transmuta mi pena.

46
Treman mis manos soñando
que palpitan el surtidor
de tus temblores, jugando.

47
La noche, Negra, en tu labio
parece que mece y quema
mi pena con ritmo sabio.

48
Remero del tiempo voy
en mi barca de palabras
por la mar que llaman hoy.

49
Arde en mi sangre un fuego
de esperanza si te miro
seguirle a mi copla el juego.

50
¡Ay!, Morena tus antojos
a los míos son cadena,
llave, candado y cerrojo.

51
Si sufro, sufro callado
y alegre, la dulce pena
que tus ojos me han dejado.

52
De coplas, Morena, toma
este reseco manojo
en alas de mi saloma.

53
Morena, tus ojos son
saetas que a duras penas
resiste mi corazón.

54
Cariño, te quiero tanto,
tanto que ya no te quiero
atormentar con mi canto.

55
Las rimas y versos van
saliendo sin mucho esfuerzo
como de oscuro zaguán.

56
Atrévete a ser y dime
si en vano te escribo y canto.
Pronta el asunto dirime.

57
Préstame tu seno amiga
para calmar esta sed
que solo tu carne mitiga.

58
Si avanzo por buen camino
por favor, Morena, dime
que no quiero un triste sino.

59
Si supieras cuánto anhelo
de tus noches convertirme
en cómplice caramelo…

60
Las armas depongo y muestro
vencidas ¿en cuál combate?
¡Qué triste dilema el nuestro!

61
Te escurres nocturna pez
entre estas gemas en verso
que escribo de tres en tres.

62
Cuando me prometes sueño
y sufro cuando no cumples.
Entonces lloro risueño.

63
Muy poco nos damos cuenta
-saca la cuenta y verás-
que somos sal y pimienta.

64
Préstame de nuevo un seno
Morena, que tengo sed
de tu nocturno veneno.

65
Vaya mi nariz al sud
aquél de sábila y miel
-metacárnico laúd-.

66
Que si me atrapa la muerte
entre tus brazos dormidos
sea de mucho quererte.


ECO LÓGICO

Eco
si talamos los árboles
¿dónde vivirán las ardillas
las aves?
¿a dónde irá su sombra
cuando lluevan
los inclementes rayos
de este sol tropical y húmedo?

Narciso volverá a morir
esta vez de nuevo ahogado
entre las tibias aguas podridas
de un estanque también muerto.

lunes, 21 de julio de 2014

NOSTALGIA



Tú fuiste un huracán de temporada
relámpago tu flor y su misterio
un rastro de silencio son tus huellas
que la noche en mis páginas refleja

ya es vana la esperanza del regreso
ya nada nos convoca desde el sueño
a ratos la ceniza nos recuerda
la furia de las llamas fatuo fuego

a veces te recuerdo cuando sueño
y tiemblo imaginándome mecido
por el eco de un muy antiguo canto
a la luz de tus ojos por estrellas

ni modo no hay retorno hasta las horas
felices en que fuimos por la noche
bebiéndonos al margen de argumentos
ajenos a los tuyo y a los nuestros.

martes, 15 de julio de 2014

URGENTE CANCIÓN DESESPERADA ANTE LOS NIÑOS MUERTOS DE PALESTINA


¿De qué nos liberan la verdad y la conciencia?
¿acaso de la duda que a cada paso acosa y muerde?
¿acaso de la vanidad de la esperanza que a cada aldabonazo de la muerte
entre las volutas del sueño y del olvido se desvanece?

Pulsan el signo el símbolo la palabra con la inminencia del reloj que advierte
el ritmo de lo único eterno en la cifra y en la elipse
imaginario caramelo que da al niño que somos
el eterno rector del mundo y sus angustias

trémula el alma desde su cubil como una flor a merced de la tempestad
grita en la soledad intemporal interrogando al viento que ruge su misión y sus afanes
lo conmina a que termine de cumplir su infausto sino
y que ríe de pavorosamente porque sabe que la nada
reina en esta danza donde lo todo es sólo una metáfora equivalente a su opuesto

el alma olvidó ya la significación del llanto
los porqués y paraqués de su primera infancia son hoy la confirmación
del imperio del mito del eterno retorno y de la eterna deriva de una barca
en la que ya nadie rema y que sólo sirve para alimentar el hurto
la fábrica de armas como única solución a la crisis que la crisis sustenta

la verdad yace muerta sobre el ara
una llaga inmaterial se alimenta de sus restos
dispersas están las brasas del fuego que quién sabe cuándo hurtara Prometeo
de la morada olímpica
kilómetros millones de kilómetros en torno galaxias y universos caen a su influjo
la peste invade los múltiples mundos de Giordano como una renovada horda
hasta más allá de los siderales abismos donde el alma tiembla
atacada por el frío glacial que en la carne la muerte siembra

¿dónde? ¿en qué punto del camino alcanzó la esquirla?
¿en qué remota era abandonó su significado el símbolo?

La verdad se pudre expuesta en la plaza
atacada por incontables pústulas como Job
y ¿Quién mueve en su defensa desde si podio de silencio
un dedo siquiera
siquiera los labios y la lengua?
nadie abandona su mutismo de barro salido de la nada como una maldición
de la boca del Eterno

yo que soy poco más que nada entre la nada alzo mi voz y mi querella
mi voz airada en este desierto de aridez donde campea la muerte
y proclamo la resurrección de la llama desde la brasa
que aún palpita aquí donde todavía no alcanza a medrar el silencio
yo que un día caeré abatido como el árbol bajo la lluvia en las laderas
yo que aún soy a pesar de la guadaña que a diestra y a siniestra
siega ciega de energúmeno furor convertida en arma

yo proclamo el triunfo de la vida aunque los partes desde el frente
digan lo contrario
el sol saldrá de nuevo muchas veces
aún reverdecerán los maizales sobre la era de la ceniza

y no pretenda la media luna que enarbolo su bandera de paz ensangrentada
ni la sanguinaria máquina de guerra que amaré nunca
a su belicoso dios bárbaro

el mío es un canto de amor dolido
una pedrada en la frente de Goliat invitándolo a que despierte y detenga la masacre

el alma de la Humanidad está llorando ¿seréis sordos a tan amargo llanto?
¿seguirán cayendo como tempranas hojas tiernas las del sicomoro?
¿seguirá todavía Caín manchando la estrella en su frente?

yo no me contaré entre los que con su silencio aplauden desde las gradas
del coliseo romano ebrios de fútbol todavía.



jueves, 3 de julio de 2014

ORIÓN



La brújula enloquece de pronto, gira de lado a lado sin completar el círculo. El hombre se detiene y retrocede tres pasos. La aguja vuelve a señalar el norte.


Orión Suena su cuerno y, del otro lado del espejo, salta su perro con un bebé de unicornio entre las fauces, ya muerto.