LUNA DE PITIC
Alma errante en el desierto
me dicen la luna es
y yo pregunto por quién
no te haya visto y cantado
yo no vine sino a verte
desde detrás de mis manos
temblando el alma ante al fuego
de tu enorme rostro blanco
entre tupida floresta
te quisiera ver cantando
esta nostalgia que siento
por tus ojos de venada
para mi pecho tu pecho
lado a lado ante la vasta
oración de los que sueñan
el sol desde la montaña
luna que surcas callada
el suelo de mi silencio
deja que derrame todas
las gemas de mi tristeza
porque yo la vi de frente
y la comí con los ojos
y ya no quiero que salga
de mi corazón la pena
desde lo alto del cerro
o en las orillas del río
o entre los verdes maizales
me vieras vivir cantando
esta pena esta alegría
que paradójico llevo
entre mi pecho y tu pecho
muriendo por no tocarte
si no lo quisieras tú
la noche que me invitaras
a ver la luna en el cerro
tu silencio entre mis manos
ojos de garza o paloma
están temblando tus piernas
están temblando las cuerdas
del viento entre tus pestañas
¡qué batallón ni columna
se viera perdido allí
donde dicen más oscura
la selva que ardiendo vi
que no se confunda el hombre
en sus vagas concepciones
si quiere cantar su nombre
o dice soñarte a ti
yo -como ves- no te pido
ni tomo lo que no es mío
aunque de ti me despido
queriendo volver contigo
ambas puertas te presento
como ventanas al mundo
que sueño y que dicen soy
cuando contigo me quemo
ya me voy me voy me quedo
me quiero quedar me voy
abre la noche temblando
ambas lunas en mis manos.
Escritas la primavera del año de vuestro señor, de 2010, en Pitic, Sonora, México.
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