URGENTE CANCIÓN DESESPERADA ANTE LOS NIÑOS MUERTOS DE
PALESTINA
¿De qué nos liberan la
verdad y la conciencia?
¿acaso de la duda que a
cada paso acosa y muerde?
¿acaso de la vanidad de la
esperanza que a cada aldabonazo de la muerte
entre las volutas del
sueño y del olvido se desvanece?
Pulsan el signo el símbolo
la palabra con la inminencia del reloj que advierte
el ritmo de lo único
eterno en la cifra y en la elipse
imaginario caramelo que da
al niño que somos
el eterno rector del mundo
y sus angustias
trémula el alma desde su
cubil como una flor a merced de la tempestad
grita en la soledad
intemporal interrogando al viento que ruge su misión y sus afanes
lo conmina a que termine
de cumplir su infausto sino
y que ríe de pavorosamente
porque sabe que la nada
reina en esta danza donde
lo todo es sólo una metáfora equivalente a su opuesto
el alma olvidó ya la
significación del llanto
los porqués y paraqués de
su primera infancia son hoy la confirmación
del imperio del mito del
eterno retorno y de la eterna deriva de una barca
en la que ya nadie rema y
que sólo sirve para alimentar el hurto
la fábrica de armas como
única solución a la crisis que la crisis sustenta
la verdad yace muerta
sobre el ara
una llaga inmaterial se
alimenta de sus restos
dispersas están las brasas
del fuego que quién sabe cuándo hurtara Prometeo
de la morada olímpica
kilómetros millones de
kilómetros en torno galaxias y universos caen a su influjo
la peste invade los múltiples
mundos de Giordano como una renovada horda
hasta más allá de los
siderales abismos donde el alma tiembla
atacada por el frío
glacial que en la carne la muerte siembra
¿dónde? ¿en qué punto del
camino alcanzó la esquirla?
¿en qué remota era
abandonó su significado el símbolo?
La verdad se pudre
expuesta en la plaza
atacada por incontables
pústulas como Job
y ¿Quién mueve en su
defensa desde si podio de silencio
un dedo siquiera
siquiera los labios y la
lengua?
nadie abandona su mutismo
de barro salido de la nada como una maldición
de la boca del Eterno
yo que soy poco más que
nada entre la nada alzo mi voz y mi querella
mi voz airada en este
desierto de aridez donde campea la muerte
y proclamo la resurrección
de la llama desde la brasa
que aún palpita aquí donde
todavía no alcanza a medrar el silencio
yo que un día caeré
abatido como el árbol bajo la lluvia en las laderas
yo que aún soy a pesar de
la guadaña que a diestra y a siniestra
siega ciega de energúmeno
furor convertida en arma
yo proclamo el triunfo de
la vida aunque los partes desde el frente
digan lo contrario
el sol saldrá de nuevo
muchas veces
aún reverdecerán los
maizales sobre la era de la ceniza
y no pretenda la media
luna que enarbolo su bandera de paz ensangrentada
ni la sanguinaria máquina
de guerra que amaré nunca
a su belicoso dios bárbaro
el mío es un canto de amor
dolido
una pedrada en la frente
de Goliat invitándolo a que despierte y detenga la masacre
el alma de la Humanidad
está llorando ¿seréis sordos a tan amargo llanto?
¿seguirán cayendo como
tempranas hojas tiernas las del sicomoro?
¿seguirá todavía Caín
manchando la estrella en su frente?
yo no me contaré entre los
que con su silencio aplauden desde las gradas
del coliseo romano ebrios
de fútbol todavía.
1 comentario:
Hermoso hermanito. Los niños ya dormidos te lo agradecerán.
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