DOS MOTIVOS PARA NOSTALGIAR UN POCO
Hay en la Ciudad de Panamá dos
lugares públicos de extremada belleza. Uno, se ubica en la calle que conecta la
Avenida Balboa con la Vía España, la que popularmente se conoce como “la del
Chase”. Este, es de una belleza sensorial extraordinaria para quien recuerde
sus días de verano, allá por los ochenta, bajo la sombra de un mango coposo y
anciano, a la orilla del río, a las tres de la tarde. Está ubicado,
exactamente, a entre los cincuenta y cien metros de la esquina sobre la Avenida
Balboa. A las 6:00 – 7:00 a. m. se siente un río de frescura a la sombra de los
grandes edificios que ahí se construyeron recientemente.
El otro es el jardín del TUAL (Teatro Universitario al Aire Libre), de
la Universidad de Panamá. Innumerables veces, solo o acompañado, vi surgir
entre los edificios, a eso de las siete, la luna llena. Cuando a solas, me
tendía panza arriba sobre el césped, con el maletín de ocasión por cabecera,
esperando ver el ascenso de la luna entre las ramas desnudas del corotú. Cuando
acompañado, ¿cuántos “cartones” de Clos
de Pirque o Fray León, no
vaciamos de su tinto contenido, entre melancólicas canciones ochenteras de amor
o de revolución nicaragüense, chilena o cubana, acompañados de alguna guitarra
desafinada o a capela?
Y pues, como que en estos
regodeos andamos, bebiendo ya de las aguas del recuerdo, cabe entonces decirle
a la luna llena que ya también decae, en su ciclo de veintiocho días: “El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos…”
y ya con esta me despido: ¿imaginan un “concierto
gitano de guitarra y canto, para la luna ausente” con la sala a oscuras?
2 comentarios:
hace poco estuve en Panama...fui a despedir a mi buen tipo, mi viejo, y comprobe que en effecto, los años no pasan en valde. Mi viejo ya no esta, se fue a recorrer otros senderos que algun dia recorrerems tu y yo...pero mientras nuestros ojos puedan, recordemos los dias de sol bajo las palmeras, y soñemos bajo la luna. Gracia por la remembranzas del pasado y las hermosas descripciones!
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