A
NUESTRA SOLEDAD LA GUÍA
un sordo rumor humano
que tejemos como Ariadna los hilos
de la espera
a nuestra soledad le surgen
caminos coincidenciales
y atardeceres rojos
a la orilla de la mar y del río
que es cuando las garzas y las gaviotas
levantan su blancura de alma que parte
buscando nuevos horizontes
un sordo rumor humano
que tejemos como Ariadna los hilos
de la espera
a nuestra soledad le surgen
caminos coincidenciales
y atardeceres rojos
a la orilla de la mar y del río
que es cuando las garzas y las gaviotas
levantan su blancura de alma que parte
buscando nuevos horizontes
1 comentario:
Nostálgico poema. Es un placer leerte. Saludos
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