"Pez y medusa"
acrílico/monotipia
10:01
En una suerte de mutua refractación narcísica, se vieron a los ojos con
apenas un ápice minimétrico de distancia, de pie, frente a frente y sin poder
moverse dentro del caluroso y atestado metrobús atrapado en medio del tranque,
aquella dulce mañana de jueves post carnavales en Las Tablas. ¿Se conocían de
algún evento fortuitamente perdido en las oscuridades del laberinto némico?
Sólo abrigaban la remota certidumbre de que el uno amaba a la otra y viceversa.
Nadie jamás podrá decir el beso que se dieron sonoramente sólo con los ojos. Ni tampoco nadie sospechó la epifanía. Quizás algún curioso de oficio los vio bajarse como por un acuerdo tácito, tomados de la mano, pero dentro del diablo albinaranja nadie, absolutamente nadie se dio por enterado. Y así, como dos niños que juegan a salir a pasear por el jardín, avanzaron hacia el futuro.
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