miércoles, 18 de junio de 2014

CORONA DE ALBUR
(aire mexicano)

Sentí el fuego de la sal y de la flor
como una tibia ola de sagrada luz
en la nariz y los ojos
y no quise sino verla mariposa
remontando el vuelo juguetón
que me enseñaste como preámbulo
del reencuentro cordial
cuando ya no sean necesarias
la piel ni la alegría
ni el recuerdo de tus ojos asombrados
la noche aquella de tu pezón en llamas
para que tu nombre sea canción de fiesta
sin que nada ni nadie se oponga
ni la distancia
ni la nostalgia
ni el tiempo
ni las circunstancias
ni las prisas

vuela vuela mariposita
que ya el sol se ha levantado
y acá arriba entre los cerros
un cerrero te está cantando.

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