lunes, 27 de julio de 2009

TIEMPO Y LIBERTAD


Para Maite Onochie


He notado cómo el lenguaje mismo nos advierte sobre sus propias limitaciones para la comunicación; limitaciones que son tan nuestras como lo son las herramientas lingüísticas. Me refiero a la expresión “tiempo libre”, con que se designa ese espacio y tiempo en que el individuo cesa sus labores y se dedica al descanso y la relajación. ¿Acaso no se dice también que “el trabajo libera”? Si esto es así, ¿cómo es que mientras el individuo ejecuta la acción laboral no es libre, puesto que lo es sólo cuando no trabaja? Porque tengo la impresión de que la fórmula “tiempo libre” dice que, durante este tiempo, el individuo NO está sujeto a obligación alguna.

Y, sí, claro que me preocupa, ya que siento que trabajo cuando pienso y, cuando pienso, me siento libre. Cuando no pienso, es como si no fuera yo mismo, sino esclavo de un oscurísimo poder que me aniquila; que me anquilosa.

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