miércoles, 26 de septiembre de 2012


CAMPAÑA PUBLICITARIA

Si Usted desea leer este poema
en un libro bellamente editado
pídalo en su librería o farmacia favorita
si no lo tienen
sugiérales que sugieran a las editoriales de poesía
la publicación de un libro mío
con todos los textos que llevo escritos
con la fértil esperanza de que tú los leas
sin que importe el rincón del continente
donde actúes

quizás entonces un día escuches en la radio
sobre mi paso siempre efímero por las calles de tu pueblo
a donde fui a beberme tus paisajes
por cumplir un compromiso

sábado, 22 de septiembre de 2012

HERENCIAS

-“¿por qué le pegaste a tu mujer?” Preguntó el juez.
-“Porque le pegó a mi hijo, que es también hijo suyo. Le pegó en la cara, sangre le sacó con la bofetada.” Respondió el machista tataranieto del combatiente en la Guerra de los Mil Días.
-“Ella dice que tú también le pegas.”
-“El hombre debe aprender a ser como su padre; su primera maestra es su madre.”

El jurisconsulto no lo absolvió. Hizo lo justo y, aún en el estrado, delante de la audiencia, rompió a llorar. Luego, con paso vacilante, abandonó el estrado.

jueves, 20 de septiembre de 2012


EN EL PAÍS DE LOS RECUERDOS



Hubo, no hace mucho, un país que fue invadido por el olvido, en el que vivía un muchacho muy perezoso. Únicamente lo despertaba de su letargo, casi permanente, la silueta de la guitarra colgada de un clavo, cuando ésta le guiñaba sus clavijas relucientes.

Un día, después de componer una canción muy bonita, que cantó sentado en el vano de su ventana, se le acercó uno de los caballos de su padre y le dijo amorosamente:
-Son muy hermosas tus canciones. Si te comprometes a cantarlas de pueblo en pueblo y por los caminos, yo te llevo. Piénsalo.- Añadió dando media vuelta y yéndose a pastar con los suyos.

Pasaron dos meses, durante los cuales el joven rumiaba aquellas palabras al son de su guitarra, el corazón en llamas.

Nadie objetó su partida. Su padre quiso obsequiarle el mejor de sus caballos y él sólo aceptó la mejor entre las sillas, sin ornamentos ostentosos y se fue a su encuentro con el mundo.


Curiosamente envejecieron juntos, cada cual a su tiempo. Muchas veces volvieron a la querencia hasta cuando, tras el paso del tiempo las luces de la casa se fueron apagando. Fue cuando el caballo, dándole las gracias, le dijo nuevamente:
-Muchos han sido nuestros días de aventura; los pastos  y el sabor de las aguas que, gracias a tu canto, he conocido y bebido, mientras íbamos tú, como un sol sobre mis lomos y, yo, como un chiquillo que se bebe con los ojos el paisaje siempre nuevo. Ya pronto seremos ancianos y tus heredades te reclaman. Concédeme la dicha, para no perder la línea, de seguir andando en torno al trapiche de tu casa.

Y el hombre, que ya no era tan joven, raudo, se convirtió en caña.

domingo, 16 de septiembre de 2012


REALIDAD

Somos libres
únicamente de elegir el rumbo
el camino

una vez aceptado el oficio
debemos darnos con el corazón en llamas
para no terminar esclavos
de nuestros miedos
e incertidumbres

poetas

de mucho riesgo es la vía
a lado y lado
los abismos nos atraen
pero la fragata del corsario sin patente
nos surca la mar del corazón
igual de apacible en la tormenta
que en la calma de los trópicos
o de los fríos boreales

porque nos guía la estrella de la esperanza
a quien confiamos el anhelo
de que nuestro canto sea el necesario
para calmar la furia del sol
contra el rostro del albañil 
que suda tanto
que hasta parece que está llorando.

PAISAJES Y VENTANAS


Pavas coloradas (crax rubra), hembras del pavón negro
en el camino de la Fila del Mamey,
Parque Nacional Chagres.



Panorámica frente a la finca Altos del Mamey.



Patio



Ventana en el camino...



Detalle en la carretera...

jueves, 13 de septiembre de 2012


CONTEMPLATIO

Ante el que sólo observa, pasa el mundo y éste lo bebe con los ojos. A ratos recuerda y el recuerdo es un sueño en el que se entremezclan las imágenes vividas aunque éstas sólo sean luces súbitas en el espacio tiempo meses o años ha. Al despertar de la ensoñación siente el alma liviana y limpia porque la alegría a que lo condujo el acto de recordar le lavó lo mismo que al estómago el café de la mañana o de la tarde contemplando las montañas moteadas por las nubes de la tarde...