Alexander Zanches, poeta panameño, nació en 1968, en la Ciudad de David (originalmente Pueblo de David el de la Nueva Lisboa). Además de poeta, es artesano y, por afición, hace cuentos, fotografía, pinta al acrílico y, a ratos, lleva vida de campesino y de andariego.
lunes, 31 de agosto de 2009
domingo, 23 de agosto de 2009
*Madre de mi madre, ha muerto a los 92 años, tras superar una larga crisis de salud (4 derrames cerebrales y 6 infartos) que le imposibilitó levantarse durante por lo menos los últimos tres años. Zoila Aurora Valenzuela, hija de Clementina González y de Ernesto Valenzuela, fue nieta de Pedro Valenzuela, migrante chileno que hacia 1870 se estableció en Boquete, Chiriquí y que aparece reseñado en el libro HISTORIA DE DAVID, del Profesor Mario Molina, como el primer caficultor de la provincia.
Paz a su alma.
martes, 18 de agosto de 2009
lunes, 17 de agosto de 2009
cuando busca sanar los equilibrios
perdidos hace tanto por el pobre
concepto en que se tiene el alma humana
no duda en abismarse tras el rastro
del átomo que surca las distancias
estelares del verbo que deshace
las fronteras del futuro ya presente
¿y qué si no corpúsculo rodando
sin rumbo por el tiempo son los huesos?
más que putrefactible carne somos
mucho más que silencio y que sonido
brotando cual riachuelo de la cima
del ciclo que se cumple con la vida.
de saber todo cuanto encierra Nada
algunas veces preguntando necia
otras sofística negando todo.
Saber apenas por pasar en paz
los cortos días que de vida quedan
mis partículas poco es lo que anhelan
amén de permitirme el equilibrio
que dicen gana el que sin prisa busca
del ego dominando los caprichos.
viernes, 14 de agosto de 2009
¡AY!
una piedra y sangre
el rastro fresco
de soldados que marchan
huyendo en desbandada
como cuando una piara
de cerdos salvajes pasa
huyendo
de la sombra de los jaguares
que les mastica las ancas
porque sigilosos han de moverse
-los jaguares-
olfateando el miedo de la presa
en el aire de la noche húmeda
que de aventurarse demasiado
se los comerán vivos
¡AY!
una piedra de sangre
a un lado del camino...
jueves, 13 de agosto de 2009
En la noche del que huye
el silencio es un pozo tan hondo
que un yunque cayendo en caída libre
tarda cinco meses en tocar fondo
cada noche
noche tras noche
hasta cuando se arma de valor
y se declara libre
a la luz del sol
ya sin miedo
a que talvez le digan que no
o que sí
ya qué más da
y da el paso
y se cae
y se levanta
todas las veces necesarias
hasta que se alza con la presea
feliz
ignorando que talvez
quizá
posiblemente mañana
se arrepentirá
pero ya qué más da
en el viento
no basta
hay que ver detenidamente
en qué dirección está doblada
la ramita con sus hojas
hacia dónde fueron
en su prisa fugitiva
y no olvidar
hay que saber
con qué intención rompieron la ramita
en qué sentido la rompieron
y no olvidar
no olvidar que huyen
y por qué huyen
que los empuja el pánico sordo
que cada movimiento los delata
en las ramitas rotas o dobladas
cuando por despistar las rompieron
o cuando pasaron a la carrera
y si las ramitas callan
y si el viento esconde el olor de la adrenalina
pregúntale a las piedrecillas
y no olvides
viernes, 7 de agosto de 2009
Su flama azul y fría sube lenta
sin prisa por el hueso y los tendones
con suaves dentelladas que no buscan
el bocado que suélese en la carne
azul de abismo casi bruno gana
las horas del que sufre tal camino
al margen del que pasa mascullando
sordos rencores hasta con Dios mismo.
¿Quién osa detener su paso y ver
siquiera dos segundos con ternura
tal suerte de injusticia y dar el paso
porque sanen la pierna y el que pena?
Pues vana es la oración si no acompañan
al ruego la terapia y el ungüento.