El olor de la adrenalina
en el viento
no basta
hay que ver detenidamente
en qué dirección está doblada
la ramita con sus hojas
hacia dónde fueron
en su prisa fugitiva
y no olvidar
hay que saber
con qué intención rompieron la ramita
en qué sentido la rompieron
y no olvidar
no olvidar que huyen
y por qué huyen
que los empuja el pánico sordo
que cada movimiento los delata
en las ramitas rotas o dobladas
cuando por despistar las rompieron
o cuando pasaron a la carrera
y si las ramitas callan
y si el viento esconde el olor de la adrenalina
pregúntale a las piedrecillas
y no olvides
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