domingo, 23 de agosto de 2009

ELEGÍA
En torno a la desaparición física de
ZOILA AURORA VALENZUELA*
(1917-2009)
Es breve nuestro paso nadie dude
tan breves nuestros días que de pronto
nos vemos regresando entre los astros
en pos de las moradas siderales.
Ayer nomás estábamos jugando
ajenos al camino y sus afanes
súbitas luces en la noche humana
¿somos acaso más que las estrellas
que ya vencido el ciclo el cielo surcan?
Es la ley de Natura que se cumple.



*Madre de mi madre, ha muerto a los 92 años, tras superar una larga crisis de salud (4 derrames cerebrales y 6 infartos) que le imposibilitó levantarse durante por lo menos los últimos tres años. Zoila Aurora Valenzuela, hija de Clementina González y de Ernesto Valenzuela, fue nieta de Pedro Valenzuela, migrante chileno que hacia 1870 se estableció en Boquete, Chiriquí y que aparece reseñado en el libro HISTORIA DE DAVID, del Profesor Mario Molina, como el primer caficultor de la provincia.

Paz a su alma.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Paz eterna para su abuela y
mis condolencias para usted amigo de las letras.
Muerte es vida y vida a veces es muerte.

Julio Antonio Montes Escala dijo...

Te doy mis condolencias, hermano para mí las abuelas son algo sagrado que nos da apoyo y protección cuando el frío de vuelve inpertinente.

Julio