SOLEDAD
¿A quién cuando abrumado por la senda
acudo en pos del hombro y la palmada?
¿A quién que su silencio brinde solo
como bálsamo y copa confortante?
¿A quién? ¡Pregunto! ¿A quién que pueda serme
callada confesora en tanta pena?
No veo dónde la paciente amiga
está cuando la busco y necesito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario