miércoles, 19 de diciembre de 2007

PHOTONOTICIA

Cada mañana inicia el hombre
un diálogo obligado con la muerte
andamios arriba por las cuerdas
que la lluvia tiende en el llanto
de las viudas y los huérfanos

lento y sudoroso es el ascenso
hacia la nada que se extiende
más allá del punto falso
en la tabla del andamio
en el cable del ascensor
que cae estrepitosamente
rendido por el peso
del sobrepeso

todos los días el mismo pálpito
en el corazón de un obrero.

PLEGARIA MEDIEVAL

Me han traído de pies y manos atadas ante ti
porque no te adoro como se debe

¿eres dios?
si lo eres hazme justicia o ayunaré hasta morir
para que mi sangre cuente como pecado
sobre la frente de tus sacerdotes
en el concilio de los dioses

podrán golpear mi cuerpo
ultrajarlo hasta la muerte
y aún no te adoraré como ellos quieren
podrán hundirme en las mazmorras de sus iglesias
catedrales y abadías
y aún así no los odiaré
como tal vez quieren que odie en tu nombre

tú eres libre de toda culpa
tú que fuiste labrado a su antojo
tú que eres árbol a pesar de tus ramas cortadas
que me repites el rumor del viento
como una oración piadosa

mas
¡ay!de los que contra ti delinquieron
de aquellos que en tu nombre me hieren
porque tú en tu silencio de madera intercedes por mí
ante el dios que en los bosques tiende su hamaca y duerme
o danza silbando su ocarina de aire
hermano árbol
arrestado como yo entre las paredes
de este mercado de almas
amén

martes, 18 de diciembre de 2007

Cada libro
es un árbol
que habla

viernes, 7 de diciembre de 2007

CERTEZA

Ella siempre supo que yo sería el primero, sólo que por llevarme la contraria, por el puro gusto de dejarme boquiabierto, empezó por el último.

UN CUENTO

Es todo un péndulo aquello. Ladrón irredimible, hurta hasta el sueño a veteranas y doncellas, en su fantástica vocación de trompa elefantina.

Para evitar mayores escándalos, el mismo alcalde municipal me ha prohibido que lea en público este cuento.

EL HOMBRE QUE NO SABÍA ESCRIBIR

Era un hombre que, capaz de explicar complejos problemas metafísicos y filosóficos, políticos y matemáticos, era tenido por sabio. Hasta un día en que, consultado por el rey, no supo qué hacer ante la página y el lápiz que éste le extendía para que formulara sus veredictos.

Ante la muda intensidad del abismo blanco, terminó por declararse ignorante.

lunes, 3 de diciembre de 2007