lunes, 28 de diciembre de 2009

UN RELÁMPAGO-SURCO-LLAMARADA
me quema cuando asciendo a los abismos
que piden los maestros nunca nombre
sino con la metáfora del fuego

me sube hasta el cerebro y baja raudo
el ácido sabor de las axilas
solidarias que prestan el pretexto
al arpa de tu cuerpo entre mis manos

pues arpa transparente que desnuda
te cubre con su música flagrante
es el mundo que sueño cuando llamas

se tornan tus palabras al oído
¿atinas el sentido en la consigna
del Ícaro irredento en nuestra sangre?

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