jueves, 23 de febrero de 2012

EL QUE SE SIENTA SEÑOR
que cuide muy bien su grey
no sea que por la ley
pierda corona y honor.
De mansas ovejas pastor
con derecho a usar su lana
eres cuando no profanas
el principio de equidad
del que vive en la hermandad
del sembrador de mañanas.

Seas pastor o gerente
albañil o labrador
ten presente que el dolor
no debe tocar tu frente
ni la frente de tu gente
que es la fuente del futuro
apártate del gesto duro
implacablemente frío
y no defiendas "lo mío"
con tanto argumento oscuro.

Si duele tanto la mano
llena de ampollas ya rotas
no creas que te derrotas
cuando te muestras hermano
del que padece al tirano
si hasta detienes tu suerte
rechazando absurda muerte
con un gesto de ternura
que el que desvive ni apura
ni logra Razón tenerte.

El que se sienta Señor
que se guarde de caer
en la tentación de ser
sordo tirano traidor.
Antes seas ruiseñor
anidando en la ventana
por donde cada mañana
asoma sonriendo el sol
su rostro de caracol
a su espejito de grana.


Un texto de Carlos Fong sobre estas décimas:


Una oración para la conciliación:

Alexander Zanches escribe este poema con estructura de décima donde sugiere un futuro conciliador. Nos presenta una posible realidad donde se orqueste la paz. La conciliación sólo llegará cuando el hombre busque la misma desde de su interior. El poeta nos ha dicho: "Me siento Señor de mis mundos interiores y procuro trasmitir "el mensaje" de estos mundos subjetivos a los eventuales "señores" del mundo objetivo y real que a todos nos concierne en la actualidad". Por eso el poema de Alexander es casi una oración, una plegaria con hermosas imágenes y metáforas: sembrador de mañanas o rostro de caracol. El trabajo de guiar al pueblo es una responsabilidad muy grande. El llamado a apacentar es el de un pastor e implica riesgos, conflictos, y hasta fracasos. Tal vez por eso el poema inicia una de sus estrofas como un llamado: “Seas pastor o gerente”. Es probable que el texto intenta hacer una diferencia entre Pastor, Señor, Caudillo, Gerente, Tirano y Líder. Las connotaciones están tácitas en el discurso. Hay una problematización y es la diferencia teológica entre ser pastor y gerente. El gerente es un administrador, un líder que dirige. Pero el pastor va un poco más allá: "apacenta" sus ovejas como un solo cuerpo, como una congregación, con un compromiso integral.

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