PLEGARIA

Señor
o Señora
-que para el caso da lo mismo-
vengo a ti sumiso
-nunca sometido-
a rogarte que me hagas el milagro
de librarme del codazo en las costillas
y de la zancadilla de mis semejantes
es decir
Señora
o Señor
-que para el caso da lo mismo-
limpia lo superficial desde lo profundo
del espejo que soy
cuando me doy a decir tus asuntos
con el alma en vilo porque sé
cuan susceptible es el alma
del oyente/lector
al tomarse a pecho mis palabras
y agarrar el sartén por donde quema.

Es por ésto que te pido
que me hagas el milagro
si es que existes.

Amén.