De los pueblos aborígenes del norte de Abya Yala nos llega una pro-gnosis que avisa sobre el destino de nuestro continente. Palabras más, palabras menos: " que nuestras tierras serían el ámbito de donde saldría el pueblo síntesis de todos los pueblos del planeta... este pueblo estaría integrado, como en la mazorca, por toda la información genética humana; sería un pueblo de todos los colores, como en la mazorca, donde hallamos granos de todos los colores posibles, en el mundo del maíz".
Antes dije de una tercera corriente, de una fuerza alterna que fluye a todo lo largo del continente, en todas las direcciones, bañando con su energía, de costa a costa, a todos los pueblos habitantes de Abya Yala (aborígenes, criollos, mulatos y mestizos), la Nuestramérica martiana. He dicho también que Abya Yala es más que Occidente y que Oriente (tesis y antítesis de sus mundos) en su despertar desde los abismos en que la sumergió Occidente. De ambos mundos se ha nutrido con el desarrollo natural de las culturas que terminó por envolvernos con su ola violenta y trágica, para integrarnos al mundo conceptual de aquellos pueblos que llegaron ultrajando. Y sin embargo, aquí estamos, de pie; resistiendo los embates que nos madura la integridad desde la que nos erguimos más humanos.
Como individuos y como pueblos, hemos padecido más de cinco siglos de marginación cultural y económica, política y espiritual. Pero con la misma hombría del Hijo del Hombre que llevó su tormento hasta el ara de su gloria, como un todo indisoluble, nuestros pueblos han pagado por adelantado nuestro derecho a la resurrección desde los infiernos que nos impusiera Occidente.
Llega sin embargo la hora del abrazo; la hora del perdón de las ofensas. Llegan el día y la hora cuando la humanidad, una sola en nuestra tierra de todes, viva el placer del amor sin cortapisas. Nos hermanamos como en la mazorca los granos de maíz, todos los pueblos del planeta, en esta nave cósmica que surca la mar de las esferas en su andar eterno en torno al núcleo del átomo. La vida sigue su curso y su historia regresa al canto de les abueles desde las hamacas. Les poetes regresen a su oficio y les andariegues a los caminos en su afán mnemófilo. Repito, como síntesis, somos oro pasado por el crisol del llanto, oro que ya jamás será moneda, si no vaso ante el altar del corazón y la palabra.
La idea de síntesis resume la superación de la crisis surgida de la confrontación de los factores que componen la discusión filosófica y que se ven reflejadas por los oponentes Tesis-Antítesis que, en consecuencia, entran en decadencia al surgir la síntesis que, en matemáticas, es el cero que cierra y abre el ciclo.
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