lunes, 6 de octubre de 2008

A MANERA DE ANÉCDOTA

Un día
en que Dios estaba de buenas
uno de esos días amables
por todo cuanto pasa
o sucede
le dijo Dios a su mano
“sácame –por favor- de la nariz
esta espinilla que me duele”
y la mano –obediente-
se la sacó
y vio Dios que su mano era buena
y la bendijo

otro día
subía una hormiga por su pierna
y Dios
mirándola con ternura
he aquí que le dice
“hermanita ¡Oh diosa!
mira que soy más grande
que tú
y tus patas me hacen cosquillas
ten cuidado de mi mano ab-zurda
que puede hacerte daño
en tal caso
perdóname por no poder controlarla

mi Amada
mi Amiga
mi Todo
que escuchó por vez segunda
esta historia
la anuló diciéndome al oído
“¡oh dioso
Bien sabes que te amo!”

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