a ras de nube como lanza que se lanza en pos del vacío
sabíamos desde los inmemoriables tiempos
la existencia en el plano inmaterial
de aquello que occidente llama ángeles
sólo que nosotros les llamábamos Xóchitl
la de la guaria morada anclada tras la oreja
la de la bougambyllia en la pollera trepando como fuego
por piernas y caderas
ay
negra de mis impaciencias
después
mucho después
aprendimos a llamarlas Isabel
Ximena
Mei Ling
(la nieta del chinito Wang Li
el dueño de la abarrotería de la esquina del Parque)
María la cholita que como un ensueño sonreía
mirando el atardecer en las llanuras orientales
todas
lindas tortolicas de sus patios y solares
lámparas a la cabecera del doliente en tránsito
a la próxima estación del Metro Aéreo Pty Fly 507 Express
angelitas dulces azafatas llorosas cuya sonrisa
nos induce el olvido del dolor y el recuerdo del olor
de la tierra mojada por las primeras lluvias de mayo
//allá en la montaña
donde aquella vez nos aprendimos mutuamente y sin reservas.
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