lunes, 21 de noviembre de 2011

SI QUIERES COMPRENDER LA MECÁNICA DEL PENSAMIENTO, piensa mientras observas y juegas con los espejos que juegan a que te dan y no te dan la mermelada o el jarabe mientras sonríen/es porque juegas/an a que abren/es la boca a la cucharadita de purgante que limpiará de cuajo el templo justo antes de que lo teofánico ocurra y te sientas navegante ancestral jugando a pilotear el cayuco sobre las aguas turbulentas del Amazonas o por los rápidos del Chagres, o sorteando a velocidad vertiginosa el anillo de asteroides que protege el patio planetario en el camino de regreso a casa, al fogón de leña y al humo que asciende casi transparente desde la pócima que Madre nos ofrece para que ya pronto volvamos a ser el cervatillo que éramos antes de que abandonáramos el rancho para irnos de noche y bajo la lluvia tras el canto de sirenas de la Polis.

No hay comentarios: