sábado, 9 de febrero de 2013


ENTONCES TE DIJE
no me dejes tan a la intemperie
desnudo hasta de tu recuerdo
y tú del mío

volviste a tu cubil allá tan lejos
apenas un punto en el centro mismo
del carbón el fuego de la estrella
donde moras flanqueado por tus huestes
y yo acá
rodeado en mi soledad 
-entre diez mil millones de soledades-
espero
encontrarle sentido al camino que se expande
delante del escarabajo que empuja su alimento
delante del trino que surca la distancia
entre las ramas
delante del ave en que románticamente
han convertido los poetas el alma
y tus otros cómplices
metafísicos

aún
a la intemperie siempre
hurgo mis ojos afinando su capacidad de enfoque
exploro cómo ha de ser el salto de titán
que se ha de dar como de piedra en piedra
cuando cruzamos el riachuelo
en verano.

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