miércoles, 5 de febrero de 2014

EL TEJEDOR DE SUEÑOS


Rodeado por un fuerte dispositivo de seguridad, el hombre fue misteriosamente sacado de circulación y conducido a destino desconocido cuando, públicamente, manifestó imaginar en forma vívida la felicidad colectiva de la población nacional, tras la implementación del programa de gobierno que durante los últimos quince años había estado preparado para las inmediatamente próximas elecciones, a las que, como candidato independiente, se presentaría y en las que las masas, tras público debate, votarían por él, masivamente. En este documento, habría establecido con impecable claridad la estrategia a seguir para la recuperación casi por efectos mágicos de la confianza popular en las instituciones encargadas de preservar y defender los principios éticos y morales de la patria en democracia.
La señal televisiva se interrumpió de pronto con un zumbido que lastimaba los oídos y un hormigueo visual en la pantalla. Normal. Los asistentes al show mediático, con la mano por control remoto, cambiaron de canal y, casi enseguida, despertaron del ensueño con que los habían hipnotizado las propuestas utópicas y mesiánicas.

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