miércoles, 11 de febrero de 2009

Húndeme tus dientes en el pecho
tus uñas en mi espalda fiera clava
mientras busco temblando el epicentro
del sismo que te cimbra y que reclamas.
Señora de mis páginas abierta
ofréceme la fruta-flor secreta
para ensayar los labios y la lengua
en el arte de buscar en tus asuntos
la razón porque vivo mientras tiendo
a tus pies mi cuerpo por alfombra.

2 comentarios:

Herrera Graham dijo...

Sin ser un ávido lector de poesía,y en proceso de corregir esto, estoy aprendiendo y disfrutándola cada día más.
Me gustan tus poemas y como en este caso, los que abordan la intimidad de la pareja. La fuerza de las palabras es palpable y la pasión por la mujer también.

Anónimo dijo...

ola corazon pz xido tuz po3maz tkm cuidat3 nuz b3miz ba3 ab3