EL ORIGEN DE LA LÁMPARA DE PLATA

Lu era, por aquellos días, el General de generales de todos los Ejércitos de la Corona Sublime, Señora del Este y del Oeste y de Su hijo Dragón de Jade o Fuente Celeste del Loto de Jade.

Una vez que partió con sus 15.000 naves hacia las incógnitas regiones del Este, más allá del Mar, quedó su pueblo inmerso en ona pena tristísima, porque su hijo amado partía, en pos de la Casa del Fuego. Un mes duró la fiesta del "hasta pronto", esa que la cultura occidental te da en dos segundos al decirte "Adiós". Hubo mucha alegría, porque ya vislumbraban el retorno... y partió Lu, siguiendo las orientaciones de los sacerdotes, de que siguiera siempre de frente, hacia donde se alza cada mañana el sol y que tuviera fe siempre, y que, cuando quisiera volver, hiciera lo contrario.

A su regreso, quince años después, fue convocado ante la sublime presencia del su tío, entonces regente de la corona, para que rindiera cuentas sobre la suerte de su tripulación de casi 165.000 navegantes expertos.

Fue entonces cuando, cubierta de seda, más que una mariposa recién nacida, y con delicados velos recamados de oro, hizo su entrada Nadili, en defensa de su amado, al narrar cómo se dispersaron una noche la totalidad de la tripulación, desde la playa, dejando en su soledad, a Lu, quien llegó luego de algunos días a su casa, donde modestamente vivía con sus hermanos, padres y abuelos.

Para decir cómo uno de tantos y posteriores días, decidió Lu encender su pipa de jadeíta guatemalteca y tocar su corneta de plata. Al nacer el siguiente día, la mitad de la antigua tripulación se presentó al bohío que compartía con Nadili. Fue entonces cuando habló el mayor de todos para decir que ya la nave estaba lista, anclada a dos tiros de ballesta. Y que la tripulación lo esperaba anhelando ya el retorno. Fue así como no quiso partir solo ni Nadili rechazó compartir su suerte. Por ello volvía él casado, únicamente reclamando el derecho a una muerte digna.

Esa noche marcó el inicio de las fiestas mayores de la era nueva y del nuevo año, bajo la corona de Lu y Nadili. y bajo el principado de su hija Lu-Na.